Saltar al contenido

AEPY en el diario «La Razón»

¡SOMOS NOTICIA! Aquí tenemos un artículo publicado en el diario la Razón, Comunidad Valenciana, en el que hemos participado como AEPY.
Se nos cita como referente del buen Yoga.

aepy-en-larazon-es«Cuenta la leyenda que hubo un tiempo en el que lo habitual era dormir ocho horas de un tirón, en el que aburrirse no era pecado y la salud no era una talla. Cuentan los ancianos, sabios por experiencia, que no hace mucho, las horas no se llenaban, se vivían. Y he aquí que llega septiembre de 2016, un nuevo curso y una nueva oportunidad para reflexionar sobre si pisamos firme en el camino hacia la felicidad. Y hete aquí que los gimnasios se abarrotan, las matrículas de todo tipo de academias se disparan y los buenos propósitos engrosan listas que, de antemano, sabemos que no cumpliremos. Y muchos, cada vez más, de esos que ya lo han intentando todo por encontrar un poco de paz y mimar su cuerpo se lanzan a probar con el yoga.

Toni Escorihuela lleva veinte años guiando a los peregrinos de la «bonheur». Dos décadas impartiendo clases dan para mucho. Ha visto de todo, aunque, al final, asegura, todos los que se refugian en esta práctica tienen un denominador común. «Suelen ser personas con estrés, con cuadros de ansiedad de distinta gravedad, con contracturas por malos hábitos posturales, con problemas para conciliar el sueño… Algunos no saben ponerle nombre a lo que les pasa. Cuando les pregunto qué les trajo hasta aquí, la mayoría responde: ‘Quiero sentirme mejor’». Todos lo logran antes o después.

Según la Asociación Española de Practicantes de Yoga (AEPY), la lista de beneficios de esta práctica es muy extensa. Ayuda a gestionar y reducir el estrés; controla la presión arterial; mejora el funcionamiento del corazón; aporta flexibilidad, fuerza y tonifica la musculatura; incrementa la capacidad pulmonar; enseña a respirar correctamente; reduce el dolor en las articulaciones; activa el metabolismo y facilita la digestión; oxigena el cerebro y aumenta la concentración. «Todo ello provocará, su vez, que aumente nuestra autoestima, tengamos una actitud más positiva y una relación más sana con el entorno, las personas y con nosotros mismos».

La AEPY no es capaz de dar cifras exactas de cuantas personas pueden haber abrazado esta disciplina en el Comunitat Valenciana – «miles», aventura- pero asegura que la cifra va en aumento, a pesar de la imagen errónea que dan de ella algunos personajes famosos. «Cualquiera puede practicarlo, pero aconsejamos acudir a un profesor cualificado, ya que es quien debe orientar al alumno dentro de sus posibilidades y adaptar la sesión para que no exceda sus limitaciones y reciba los beneficios de esta ciencia milenaria».

Escorihuela es uno de ellos. Sus clases se adecuan al nivel del yogui, aunque este sea cero. «Es falso que para empezar a practicar yoga se necesite flexibilidad o fuerza. Se adquirirán con el tiempo, cada uno a su ritmo y dentro de sus límites. No se trata de competir o compararse con nadie. El yoga no va de eso».

Este no es el único falso mito en torno a la praxis yóguica. Desde la AEPY desmienten que sea meramente una labor física. «La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’, por lo que es un trabajo del cuerpo, de la mente y del espíritu, logrando un equilibrio entre sí». Tampoco es un dogma. «Aunque pueda tener una conexión con el hinduismo y el budismo, no pertenece a ninguna religión en concreto, por lo tanto no excluye a ninguna de ellas, como tampoco lo hace por edades, raza, sexo o ideales».

La aclaración responde a una falsa y extendida interpretación que vincula esta práctica con lo místico. «La gente piensa que es todo incienso, cánticos, posturas imposibles… algo para jipis. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que hay distintos tipos de yoga y que el Hatha es el más conocido en Occidente. Pero dentro de él existen diferentes escuelas, unas más físicas que otras. Sin embargo, no hay nada raro en él», asegura el profesor. El también fisioterapeuta afirma que «aunque no te consideres una persona espiritual, el yoga funciona».

Eso habrán pensado sus alumnos, la mayoría mujeres – «son más atrevidas, tienen menos pudor, prejuicios y ego»- que estos días inician el curso con la esperanza de reconciliarse con su cuerpo y apaciguar su mente.»

Ver artículo en larazon.es

Guardar