El pasado mes de Abril tuvimos el privilegio de poder asistir al primer congreso Unitario Europeo de yoga organizado por la unión europea de yoga (EUY) y la federación mediterránea de yoga (FMY). Es el primer congreso itinerante de estas características que se celebra y la ciudad elegida fue Catania (Sicilia). La AEPY estuvo presente junto con otras asociaciones Europeas, y fuimos testigos y partícipes del evento con una gran acogida. El objetivo principal fue la difusión del yoga y facilitar el encuentro entre diferentes líneas de trabajo, diversos puntos de vista y de aplicación. El Congreso Unitario Europeo es un foro para establecer el contacto entre distintos profesores y practicantes, en lugar de encuentro donde, además del trabajo compartido, hemos vivido una experiencia humana inolvidable.
Practicantes de toda Europa: Alemania, Suiza, Austria, Francia, Gran Bretaña, Holanda y sobre todo Italia, que era el anfitrión, conjugaban el grupo de asistentes. Maestros ya consolidados como Antonio Nuzzo, Francois Lorin, Gabi Gillessen, Swami Asokananda, Willy Van Lysebeth, Roland Haag, Wanda Vanni, mención especial a Swami Nityamuktananda, transmitieron sus conocimientos a los asistentes, junto con otros menos reconocidos, pero igualmente reveladores (Francesca Palombi, Christina Riebesell, Swami Krishnapremananda, Sabina Cesaroni, Saúl Becana). Las conferencias llenas de sabiduría de Stefano Piano, Gianni Pelegrini y Barbara Woehler. Y como no, las veladas nocturnas con los conciertos de Arpa, Harmonium, flauta y mantras.
El tema del congreso giraba en torno a Parinama: La transformación. Que, como mencionó Stefano Piano en una de sus conferencias, no se refiere literalmente a una transformación sino a una evolución. Nos insistió en la riqueza del sánscrito y su exacta trasmisión “El pensamiento Hindú es una realidad indefinible en un texto”.
Por lo que a nuestra participación se refiere, la representación corrió a cargo de Saúl Becana, profesor de AEPY y actual Vicepresidente de la asociación, formado por Conchita Morera. Con una gran asistencia en sus sesiones, y con unas inmejorables sensaciones. El interés mostrado por los asistentes ha cubierto con creces el esfuerzo realizado para este congreso. La sensación abrumadora ha trascendido las sesiones, con pequeñas reuniones improvisadas, clases particulares creadas ante la avidez de los asistentes, largas sobremesas que complementaban el trabajo realizado. Las tertulias que se creaban al fuego del yoga eran hermosas, verdaderamente. En general un sentimiento de reconocimiento y respeto hacia nuestro trabajo.
Esperamos que no sea el último congreso de estas características y podamos disfrutar de otros en diferentes países para poder llevar el yoga a todo el mundo. Sabemos de la dificultad que entraña trasladarse para hacer una práctica en otro país, económica y logística. Con estos congresos se hace más accesible a todos y tenemos una oportunidad para acercarnos a esos maestros, compañeros y practicantes en general, que de otro modo seria imposible. Para el resto siempre nos queda Zinal.
Un agradecimiento especial a Wanda, Isabelle y Joy por haber organizado el evento, habernos invitado y hacernos sentir tan arropados. También agradecer a Mariola, por sus traducciones, que han hecho más fácil la comunicación entre nosotros
¡Gracias! Nos vemos en el próximo